Padre… Escúchame...
Soy yo, tu primer hijo
Soy el que a veces desea
No haber nacido
Y por eso te pido
Que por un momento me escuches
Porque te necesito
Y ha llegado el momento
De ser honesto contigo.
Soy el hijo ausente
Que nunca conociste
Porque por ignorancia o temor
De tu saber quién soy
Te llenarías de dolor, confusión
Tristeza y vergüenza
Soy el que construyó una muralla
Para proteger tú nombre
Y el que desesperadamente trató
De vivir desapercibido
Por todos estos años
Porque fue la única manera
De protegerte de lo que he hecho
Y la manera que he vivido.
Quiero presentarme ante ti
No como el niñito que era
Pero como un hombre perdido
Triste sin deseo de encontrar
Amor, paz o felicidad
Porque no me lo merezco
Quiero que sepas quien soy
Y no el niño que recuerdas
Porque tus ilusiones de padre
Nunca se realizaron
Por ser yo quien era.
Sé que no soy el hijo
Que con ansias esperabas
Antes de yo haber nacido
O el niño que al pasar los años
Iniciaría una dinastía
Que llevara tu nombre
Y que tu descendencia
Fuera tan numerosa
Como las estrellas del cielo.
Mientras crecía a tu lado
Tu mirada me decía
Que había una preocupación
Que por mi sentías
Mi manera de ser
Mis gestos, nada entendías
Nunca pude ser el hijo
Que te llenara de alegría
O el hijo que te representara
En las cosas de la vida
Tú soñabas con la dicha
De que nuestra relación
Mejorara algún día
Aunque tus leves rechazos
Fueron los sentimientos
Que a mi tierna edad yo sentía.
Para entender mis conflictos
Libera tu mente
Y así comprenderás
Aunque sea por un instante
Las cosas que pasé
Mientras tu vida fue constante
El hombre que soy
Es distinto al hombre que eres
Y para entender la diferencia
Echa a un lado tus preferencias
Lo que te han dicho
Y lo que has aprendido
Del mundo que te rodea.
El rol de un hombre
Siempre ha cambiado
Con el pasar del tiempo
De la misma manera
Que eventos históricos
Definen cada época
Yo sé que estos conceptos
En ti están definidos
Por eso necesito
Aunque sea por un momento
Que veas el mundo
A través mis ojos.
Desde que tengo uso de razón
Supe que era distinto
Lo que excitaba a otros niños
Yo no sentía lo mismo
Muy joven entendí
De que lo que sentía
No era honorable o aceptado
Ni por tus creencias religiosas
Ni nuestras reglas morales
Y así aprendí a vivir
Fingiendo y mintiendo
Y con el transcurso del tiempo
Poco a poco me convertí
En el personaje principal
De una película muy triste
Y por no ser egoísta
Viviendo dos vidas
Tome la decisión
De ser el hombre que era
Y no el que tu merecías.
Al pasar el tiempo
Me olvidé de tu mundo
Nunca pude aceptar
Lo que tú ibas a pensar
Si te decía la verdad
El temor de confrontarnos
Era muy poderoso
Y por eso los años pasaban
Sin vernos el uno al otro
Y seguían los años
Y yo en mi propio mundo
Rodeado de una muralla
Impenetrable e invencible
Con alturas inmensas
Que cuando niño construí
Para protegerme de un mundo
Que para mí era hostil.
Y así pasé por la vida
Sin sentir que tenía
El apoyo paternal
Que necesitaba todavía
Pero pronto me di cuenta
Que fui yo quien se alejó
Y así destruyó la relación
Que yo tanto quería.
Y el día llegó
Cuando Dios te llamó
Y no tuve tiempo
De decirte adiós…
Nunca tuve el valor
De decirte quien era
O quizás era el temor
De encontrarme en tu presencia
Después de tantos años
Sin haberte acompañado
Durante tus años dorados
sufriendo por mi ausencia.
Ahora sólo puedo escribir estos versos
Llenos de nostalgia y tristeza
Destruido por no haber sido
Parte de tu vida
Y no haberte ofrecido
Cuando tú más necesitabas
El amor y la afección
De tu hijo mayor
Que sin saberlo yo
Tu tanto querías.
Por eso grito en silencio
Y el sonido de esta angustia
Se estrella contra el vacío
Que siento en mi pecho
Y el eco que constantemente oigo
Me tortura todo el tiempo
Porque sé que fui débil
Y el temor que yo sentía
Pudo mucho más
Que el amor que te tenía.
Por eso te pido perdón
Porque ahora sé
Que tu amor de padre
No tenía reglas, ni condiciones
Ni limites, ni expectaciones
Tu amor por mí fue real
Verdadero, puro y constante
Y ahora que eres parte
De las estrellas del cielo
Y que no estás limitado
Por los sentidos del cuerpo
Eres parte del mundo real e irreal
De lo que se ve y no se ve
De lo que es, o muy pronto será
Y con todo ese poder
Que Dios ha puesto en tus manos
Protégeme del peligro
Que día a día me acaricia
Y que no se da por vencido
Sigue siendo mi padre
En silencio no importa la distancia
Hasta que llegue el momento
Que podamos estar juntos
Unidos para siempre
Gracias al amor poderoso y eterno
Que existe entre un padre
Y su primer hijo.