Pienso en él cada noche y cada día
Busco su rostro en caras desconocidas.
Sé que lo encontraré algún día
Porque mi amor por él
No se da por vencido todavía.
Pero ahora reconozco que mi obsesión
De tenerlo a mi lado sin condición
Ya no tiene la misma urgencia
Porque ahora sé que su esencia
Se encuentra en todo lo que me rodea.
Él es la luz que atraviesa mis ojos
Y las melodías que complacen mis oídos
Él es el calor delicado del Sol
Que seduce mi piel cada día.
Él es parte del ritmo de las olas
Que se estrellan contra la orilla
Cuando se escapan poco a poco
Y regresan cada minuto del día.
Él es parte de la brisa que me consuela
Mientras camino por lugares que él conocía.
Él es parte del mundo que conozco
Y el que se revela ante mi día tras día.
Padre que estas en el Cielo
Ayúdame a entender tus deseos
Para vencer a esta inquietud
Que me ha dejado sin consuelo.
Te pregunto humildemente
¿Qué haz logrado con reclamar su vida?
¿Qué haz logrado con condenarme la mía
A una vida tan vacía?
Solo haz logrado mi tristeza
Y por más que intento vivir sin él
No me puedo librar de esta angustia
Y por eso te pido me ayudes
A vivir sin su presencia.
¿Por qué me condenas a tanto dolor?
¿Cómo pretendes que viva sin su amor?
Tu sabes que sin su presencia
Mientras siguen pasando los días
Poco a poco me quitas la vida
Y por reconocer a lo que he perdido
Me doy cuenta de que mucho lo quería.
Y aunque sé que siempre triunfas
Tu voluntad siempre se realiza
Y aun así humildemente insisto
En que nunca aceptaré su ausencia.
Y con el aniversario del día
Que lo arrancaste de mi vida
Mi resolución de encontrarlo algún día
Será mucho más firme
Y no me conformaré nunca jamás
Hasta que nos reúnas algún día.
Lo único que me da fuerzas
Para vivir con esta tristeza
Es la ilusión y la dicha
De poderlo acariciar
Y en mis brazos tenerlo una vez más
Y así enseñarle a mi pobre corazón
Que todavía existe la esperanza
De encontrar la paz y la felicidad
Que añoramos con tantas ansias.