Los pajaritos no cantan en mis amaneceres, las tardes son puro dolor, te busco y no te encuentro. Desde que no estás a mi lado; mi mar es un desierto, mis veranos ahora son grises, mis primaveras ya no tienen color y mi vida es un horror, en mis días solo hay luto y en mis noches el terror.
A la espera de tu llamado, con fervor siempre estoy, aunque pueda que esperarte sea mi peor error.