Cuando decidiste convertirte en un recuerdo,
Aturdiste mi mundo interno.
Ahoga la interrogante del por qué de su ida,
Dejándome aquí cuestionándole a la vida.
Me consumías haciéndome cuestionar
Mi valor y suficiencia,
¿Tan insufrible era?
¿Tan difícil era decidir?
Aquí estuve esperando a que decidieras venir.
Pero tu ida no me destruyó,
Fortaleció partes que gritaban por ser reconstruidas.
El corazón se consternó por tus penas,
Pero es tanto lo que soportas
Que valoras el que sea un solo eso,
Un recuerdo.